Un Gobierno Obrerista. Así se define el Ejecutivo Nacional, al menos ante los ojos de los trabajadores de Guayana. Es por ello que dirigentes sindicales de base piden al presidente de la República, Nicolás Maduro, sincerar el discurso.
Emilio Campos, secretario general de Sutracarbonorca, explica que el hecho de satanizar, militarizar y criminalizar las protestas legítimas de los trabajadores no coincide con lo que predican.
Pone como ejemplos más recientes, los casos de Ferrominera Orinoco y de Minerven, en ambos casos tienen varios días de protesta y lejos de criticar las malas administraciones, lo que hacen es juzgar a los trabajadores.
“Nunca en la historia a los trabajadores se les ha dado un beneficio si no es luchado (...) luchan por sus prestaciones, contra el patrono, incluso contra esos dirigentes que defienden un partido político”, dice.
Contratos
Leomar Bottini, trabajador de CVG Alcasa, cataloga como “lamentable” la situación de las convenciones colectivas, alegando que es la primera vez que hay tanto atraso y trabas para firmarlas.
Los dirigentes temen por un “borrón y cuenta nueva” en los beneficios. “Al firmar los contratos se van a olvidar de lo que nos deben y van a plantear un retroactivo general para todo el mundo”, señala Bottini.
Los trabajadores de los distintos sectores productivos de la región aseveran que no están dispuestos a sacrificar las reivindicaciones por las que tanto han luchado y que ya tienen ganadas.
Leonardo Calderón, secretario de organización de Sutralum, recuerda que solo faltan 16 días para el ultimátum que los sindicatos de base le dieron al Gobierno Nacional. Si en ese lapso no se firman los contratos, saldrán a la calle a protestar.